¿Es el caminante el que hace el camino o el camino al caminante?
Esta sesión ha girado en todo momento sobre el trabajo iniciado en la anterior: ver las escenas en su forma más esencializada para que Rubén trabaje sobre ellas de una forma más precisa.
El primer bloque de trabajo ha sido sobre el texto siguiente:
MARIA.- Siento tanto lo de tu hijo
ALEJANDRINA.- el pobre nació con la mala suerte
MARIA.- ¿Por qué dices eso?
PAQUI.- ¿Qué dices de mi hijo?
ALEJANDRINA.- nada, no me haga usted caso que estoy hoy un poco atolondrada, voy hacer café.
Esta escena, a pesar de su simpleza nos ha dejado una cuestión básica: es la primera referencia hacia la homosexualidad del hijo. No queda claro en el texto esto para nada. Hemos trabajado una pequeña improvisión en la que sin decir que es gay que jueguen con el doble significado de “la mala suerte”. El propósito es dar a entender veladamente este hecho sin decirlo expresamente. Han surgido frases como: “el pobre nació voltiao”, “el pobre nació con el culo p´alante”…
Seguidamente hemos trabajado la escena de la siguiente manera con dos premisas diferentes:
a- con la premisa de que María no sabe nada sobre la homosexualidad del hijo de Paqui. En esta improvisación María se enfurruña ya que nota que Paqui sigue ocultándole cosas como siempre. A pesar de eso María no deja que Paqui se vaya porque quiere que esté con ella. El papel de Alejandrina en esta escena tiene que ser el elemento que haga que la escena tenga un tempo diferente, ya que hay que revelar al espectador la distancia que se ha creado entre ellas desde la separación cuando jóvenes.
b- Con la premisa de que María sabe que el hijo de Paqui es homosexual. En esta improvisación el ¿Por qué dices eso? Del texto original toma un cariz diferente ya que su subtexto equivaldría a un ¡Cállate!
El siguiente fragmento trabajado es el siguiente:
PAQUI.- He venido varias veces y no me has querido ver
MARIA.- Yo he querido verte, pero no quería que tú me vieses así, yo la vaca sin cencerro que pastaba por verdes praderas ahora la tiran del moquillo rumbo al matadero
PAQUI.- No puedo entender con lo amigas que éramos como nos fuimos alejando
MARIA.- Necesitábamos oxigenarnos, abrirnos, así somos las personas, de repente necesitamos alejarnos, para luego tener la alegría del rencuentro.
PAQUI.- Mi hijo hoy a llorado más que nunca, al comienzo escondía su lágrimas, podía ver como hacia un gran esfuerzo y se tragaba su dolor, pero se ve que ahora ya el pobre no puede más y, cuando yo abro la puerta de su habitación el empieza a llorar y a mi un centenar de enanos me taladran el corazón, cuando lo aseo su respiración crece y es como si en vez de limpiando lo estuviese cubriendo de mierda
MARIA.- En tantos años no has cambiado nada. Paqui se intenta levantar y María lo impide. No hace falta que te excuses, es lo mejor que tienes ¿Qué quieres saber?
PAQUI.- Algo que sólo tú puedes decirme
MARIA.- ¿Qué?
PAQUI.- ¿Qué se siente al estar al borde de la muerte? ¿Qué sentís los moribundos cuando cerráis los ojos para dormir
MARIA.- Es como cuando eres niña y te subes al tío vivo y cada vez que da una vuelta y empieza la siguiente te dices para tus adentros ¿se parará en la siguiente?, ¿se parará en la siguiente? ¡que en esta vuelta no separe por favor! Y a veces te cansas de estar pendiente si se para o no; que a veces te da por gritar ¡que se pare ya por Dios, que se pare ya! y cierras con fuerzas los ojos y luego los abre y descubre que no ha parado, que no parará hasta que no le dé la gana al hombre que tiene escondida la luna bajo su camisa.
PAQUI.- Por esa razón nunca me he subido a un tiovivo
María mira hacia la cocina
Esta escena nos ha presentado varios problemas. Hay párrafos que se nos muestran un poco fuera de la réplica como el siguiente:
MARIA.- Yo he querido verte, pero no quería que tú me vieses así, yo la vaca sin cencerro que pastaba por verdes praderas ahora la tiran del moquillo rumbo al matadero.
PAQUI.- No puedo entender con lo amigas que éramos como nos fuimos alejando.
MARIA.- Necesitábamos oxigenarnos, abrirnos, así somos las personas, de repente necesitamos alejarnos, para luego tener la alegría del rencuentro.
PAQUI.- Mi hijo hoy ha llorado más que nunca, (…)
Este salto lo hemos eliminado ya que instintivamente en la improvisación la actriz saltaba directamente a su problema, a su dolor al escuchar la inminencia de la muerte de María. Esto funcionaba mucho mejor ya que la que realmente está mal es María, pero en ningún momento hace ver su dolor, mientras que Paqui está quebrada por dentro y no es capaz de reprimirse. El monólogo de Paqui se ha enlazado inmediatamente con la necesidad de saber lo que siente los muertos. Esto ha venido desde la siguiente cuestión: ¿cómo alguien que ha estado tan alejada y en la situación actual de María se atreve a venir a hacer esta pregunta tan irrisoria? Al hacer que la pregunta nazca desde el propio abatimiento de Paqui logramos que su dolor sea la que le haga caer en esa pregunta y no desde la reflexión.
Según todo esto hemos llegado a la siguiente síntesis textual:
PAQUI.- He venido varias veces y no me has querido ver
MARIA.- Yo he querido verte, pero no quería que tú me vieses así, yo la vaca sin cencerro que pastaba por verdes praderas ahora la tiran del moquillo rumbo al matadero.
PAQUI.- (derrumbándose) Mi hijo hoy a llorado más que nunca, al comienzo escondía su lágrimas, podía ver como hacia un gran esfuerzo y se tragaba su dolor, pero se ve que ahora ya el pobre no puede más y, cuando yo abro la puerta de su habitación el empieza a llorar y a mi un centenar de enanos me taladran el corazón, con una frase de enganche que revele que la mata no saber lo que le pasa por dentro, lo que quiere ¿Qué se siente al estar al borde de la muerte?
MARIA.- Es como cuando eres niña y te subes al tío vivo y cada vez que da una vuelta y empieza la siguiente te dices para tus adentros ¿se parará en la siguiente?, ¿se parará en la siguiente? ¡que en esta vuelta no separe por favor! Y a veces te cansas de estar pendiente si se para o no; que a veces te da por gritar ¡que se pare ya por Dios, que se pare ya! y cierras con fuerzas los ojos y luego los abre y descubre que no ha parado, que no parará hasta que no le dé la gana al hombre que tiene escondida la luna bajo su camisa.
PAQUI.- Por esa razón nunca me he subido a un tiovivo
María mira hacia la cocina
Este último monólogo, a diferencia del anterior en el que Paqui se lo suelta a María, es María la que se adelanta a público y nos lo cuenta. Es un deseo de Rubén de trasladar al personaje de María a otro plano, y realmente funciona. De aquí sale la idea de ir desubicando a María espacial y temporalmente, al igual que la percepción de su habitación y del mundo, para ir viendo como se adentra en el tiempo y espacio de la muerte en la que desaparece los límites de las reglas físicas.
También es importante la frase de Paqui: Por esa razón nunca me he subido a un tiovivo, ya que lo que ha jugado la actriz son dos elementos: volver a la realidad después de su monólogo y sobre todo, sentir lástima por Paqui, ya que nunca se ha atrevido a lanzarse ante nada, y como le han impuesto la vida que socialmente está aceptada.
Como tarea para el próximo día Rubén va a traer una nueva propuesta sobre la siguiente escena que no funciona por la complejidad de lo que plantea.
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